Ver aves en invierno

Ver aves en invierno (en contra de lo que cabría esperar, ya que el salir al campo en invierno, por el frío, la lluvia, el viento, la nieve, las heladas…. puede resultar poco apetecible) es uno de los momentos más excitantes para la observación de aves.

Antes de comenzar, quisiera aclarar dos cosas.

La primera es que voy a referirme en todo momento al invierno en el hemisferio norte.

La segunda, es que me disculpen si miento, porque en algún momento mentiré, ya que generalizar es mentir. En la naturaleza siempre hay excepciones, especies, poblaciones e individuos que se salen de la generalidad. Podría matizar tanto (y aun así tan poco, de lo mucho que desconozco) que alargaría demasiado este artículo.

Pero estaré encantada de leeros en los comentarios, sobre todo esos “y qué me dices de…”.

¿Qué hacen las aves en invierno?

Básicamente huir del frío, los temporales, el mal tiempo… y  refugiarse en lugares más templados o cálidos con mayor disponibilidad de alimento, para pasar el invierno, o al menos los momentos más duros de este.

Este desplazamiento que realizan, se da de dos formas:

Primera gran generalidad, que como tal, es mentira. No todas las especies se desplazan. Incluso dentro de una misma especie, habrá poblaciones que lo hagan y otras que no, y si me apuras, podemos llegar hasta el nivel de individuos que lo harán e individuos que no.  Estas aves que no migran son las llamadas aves residentes, las cuales, pasarán todo el año en la misma zona, por tanto, podemos verlas en todas las estaciones, así que no serán ellas las que nos ocupen en este artículo.

Migraciones o desplazamientos latitudinales

Una vez finaliza la época de cría (a finales del verano, momento que para unas especies, incluso dentro de la misma especie, para según qué individuos tendrá lugar antes o después) estas comienzan a abandonar los lugares de reproducción hacia el sur buscando sus cuarteles de invernada para pasar el invierno. Estas son las aves migratorias.

Desplazamientos altitudinales

Sin ser una migración, y pudiendo llamarse residentes, hay aves que realizan pequeños desplazamientos, latitudinales y sobre todo en altura, con el mismo objetivo de buscar condiciones más favorables. Esto ocurre, por ejemplo,  con las aves de montaña que descienden a los valles.

¿Dónde ver aves en invierno?

Los grandes contingentes de aves migratorias corresponden a acuáticas y limícolas, por los que los mejores lugares para ver aves en invierno (especialmente en grandes números) son las zonas húmedas: estuarios, marismas, lagos y lagunas, zonas costeras, etc.

¿Cuándo ver aves en invierno?

Malas noticias, los mejores momentos para ver aves siguen siendo las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde.

Pero, buenas noticias, en invierno amanece más tarde, por lo que no es necesario madrugar tanto, además, en los días más gélidos, a las aves, igual que a nosotros, les cuesta madrugar. Adicionalmente, la actividad no cesa durante las horas centrales del día, como lo hace en los calurosos días de verano, por lo que podremos disfrutar de largas jornadas.

¿Qué aves vemos en invierno?

En invierno tenemos la oportunidad de ver aves diferentes a las que vemos todo el año o en otras estaciones, aves que solo están entre nosotros en esta época, así como ver aumentado en número otras especies, que tenemos presente todo el año pero de las que nos llegan individuos migradores desde Europa.

Algunas de estas aves serían por ejemplo las hermosas grullas, ánsares, pechiazules, cormoranes, zampullines cuellinegro, aguiluchos pálidos, lúganos, zorzales, una gran cantidad de especies de limícolas, etc. etc.

¿Cómo lucen las aves en invierno?

Pues con sus plumajes de invierno.

Hay especies que lucen el mismo plumaje todo el año, por lo que su plumaje de invierno es el mismo de cualquier época, con la salvedad de que, especialmente en aves de pequeño tamaño, éste estará recién mudado, por lo que se verá nuevo, brillante, digamos que el ave luce más bonita.

Por otro lado, hay especies que no todo el año tienen el mismo plumaje. En primavera, realizan una muda y adquieren el plumaje reproductor, normalmente mucho más llamativo y colorido que su plumaje de invierno.

En este último caso, la observación de estas especies en invierno, no nos va a regalar sus mejores galas con las que quizás estemos acostumbrados a identificarlas. Sin embargo, verlas en un plumaje diferente, y el reto de poder identificar muchas de ellas (los limícolas por ejemplo), es un aliciente añadido.

El porqué es tan excitante ver aves en invierno

Ahora viene lo bueno, y lo que realmente emociona e inquieta a los “pajareros” o aficionados a la observación de aves.

A veces, los inviernos muy fríos, o los temporales, nos dan la oportunidad de ver especies que no son habituales, las cuales llamamos rarezas. Hay otras terminologías como divagantes, ocasionales… que tienen sus matices, pero que no vamos a entrar a analizar aquí. Lo que nos interesa, es que aparecen especies fuera de su área de distribución habitual.

Por tanto, los inviernos se convierten a veces, en momentos cargados de sorpresas.

La aparición de estas rarezas congregan normalmente a cientos de aficionados a las aves que se desplazan al lugar a observarlas.

¿Dónde viajar para ver aves en invierno?

Lo bueno de observar aves, es que las hay casi en cualquier lugar, y allí por donde andes podrás ver aves en invierno diferentes a las que veas en otras estaciones.

Pero este es un blog de viajes, así que vamos a viajar, vamonos de turismo ornitológico.

Te voy a dar algunas recomendaciones de lugares a los que poder desplazarte para ver aves en invierno.

En España

No hace falta ir muy lejos. En España tenemos algunos lugares muy interesantes para la observación de aves invernantes, como Doñana para ver ánsares comunes, Extremadura o Gallocanta para ver grullas, o la costa cantábrica para ver rarezas.

Por Europa

Si ya hemos visto la mayoría de especies que se pueden ver en España en invierno, o queremos ver grandes concentraciones de individuos, los cuales nos llegan aquí en números muy escasos, lo mejor es viajar al norte.

¿Al norte? ¿no hemos dicho que las ves en invierno viajan al sur? Sí, pero a veces, su viaje al sur, es tan al norte para nosotros como Varanger, en Noruega, donde pueden llegarse a observar eideres reales.

Por tanto, para algunas especies que en España son rarezas, de las cuales nos llegan escasos individuos, como las barnaclas por ejemplo, las veremos con mayor facilidad en grandes grupos viajando al norte. También tendremos más probabilidad incluso de ver lo que en aquellos lugares son rarezas también, aves que ni siquiera llegan a España como búhos nivales, Ampelis, o mismamente el cascanueces.

Países como Reino Unido y Holanda son de las mejores opciones, por las siguientes razones:

• Los vuelos en invierno son baratos
• Hay muchos aficionados a la observación de aves, que además, registran sus observaciones, por lo que hay mucha información sobre las especies presentes y sus localizaciones a tiempo real.
• Hace frío, si, pero no se encuentran permanentemente nevados.

Aunque puede merecer la pena explorar cualquier otro país. Este año he viajado a Irlanda, y ha sido fenomenal. Los bandos de barnaclas carinegras allí son muy numerosos, mucho más de los que he encontrado en Holanda o Gran Bretaña, por ejemplo.

También los países del este de Europa serán buena opción para ver especies como barnacla cuellirroja o ánsar campestre.

Por el mundo

Ya hemos dicho que las aves en invierno (algunas) viajan/migran al sur ¿no? Pues bien, será momento entonces en el que en el hemisferio sur encontremos especies procedentes del hemisferio norte.

Quizás viajando a África esto pueda no interesarnos tanto, ya que la mayoría de sus aves invernantes son las que podemos ver en Europa. Pero si viajamos al sudeste asiático o Sudamérica la cosa se pone más interesante, ya que además de las especies residentes tendremos el plus de invernantes, que en otra época pues no estarían.

Un ejemplo muy conocido de este caso serían los avistamientos de correlimos cuchareta en Tailandia.

Resumiendo

Ver aves en invierno es la escusa perfecta para sacarnos del sofá y la estufa y disfrutar del campo en invierno.

Descubriremos así otras maravillas de esta época, como los bellos amaneceres, el paisaje escarchado de la mañana, la estupenda luz para fotografiar casi a cualquier hora del día, la facilidad para detectar aves entre los árboles desprovistos de sus hojas….

Además, podremos disfrutar de ver aves en invierno independientemente de nuestro conocimiento. Para los que se estén iniciando, quizás sea la ilusión de ver especies nuevas, y para los más avanzados, la búsqueda de rarezas y el encuentro con plumajes de invierno. Para los que además nos gusta la fotografía, la luz y belleza de los plumajes recién estrenados.

Ahora te toca a ti

¿Qué me dices tú? ¿También disfrutas de la observación de aves en invierno? ¿Me recomiendas algún lugar?

Me gustaría que me lo contaras en los comentarios ?